Tomabú

Cerro Tomabú
Descripción General

La Reserva Natural Cerro Tomabu fue declarada como Area Protegida mediante el Decreto 42-91 , del 04 de noviembre del 1991. Cuenta con una extensión de 809.128 has en el área protegida y 1,316.351 has en su zona de amortiguamiento. Se ubica en el municipio de Estelí, del departamento de Estelí. La Reserva se encuentra en un cuadrante con las siguientes coordenadas 12º 59’ 54” a 13º 03’ 34” Latitud Norte y 86º16’ 10” a 86º19’20” Longitud Oeste, abarca los municipios de Estelí y la Trinidad.

Es importante señalar, que la Reserva Natural Cerro Tomabú presenta una accesibilidad excelente con acceso principal a través de la carretera panamericana al pie de la comunidad de Santa Cruz en el departamento de Estelí. Además, cuenta con caminos principales y secundarios dentro del Área de Reserva.

Fisiografía

El relieve es variado, el cual está condicionado a las particularidades morfoestructurales que presenta el territorio. La altura media municipal es de 1.150 msnm de acuerdo con la altitud se distinguen los niveles siguientes:

• Altiplanicie que corresponde al denominado Valle de ESTELI y las planicies del norte y sur.

• Montañas Altas del Este, ocupadas predominantemente por Mesetas comprendidas entre 1000 a 1436 msnm.

• Montañas Bajas del Este, ocupadas por Mesetas comprendidas entre 800 y 1000 msnm.

• Montañas Altas del Oeste, ocupadas por Cuestas y comprendidas entre 1000 y 1608 msnm encontrándose el punto más elevado del municipio que corresponde al Cerro la Fila.

• Montañas Bajas del Oeste, ocupadas por lomas y comprende entre 600 y 1000 msnm.

La reserva presenta zona que se encuentra a una altura promedio de 900 metros sobre el nivel del mar, así como comunidades ubicadas en altitudes superiores a los 1,300 msnm, como en el sector de Las Cuevas y Guasuyuca.
Geología

Geológicamente la Reserva Natural se encuentra ubicada en una secuencia de edades Mioceno a Cuaternarias que corresponden respectivamente a rocas volcánicas del terciario (grupo Coyol Superior e Inferior). Las características superficiales de este es que sus cerros generalmente tienen forma domal o cúpulas suaves hasta formar mesas, cerros endentados con grandes escarpas (rocas aglomeráticas), cerros bajos y ondulados, con algún predominio de calderas semidestruidas por la erosión o por estar cubierta de rocas más jóvenes o por erupciones violentas.
El grupo Coyol Superior está compuesto principalmente por ignimbritas, tobas dacíticas, andesitas, dacitas, sedimentos y delgadas capas de basaltos intercalados. En el área donde aflora forma cerros en cúpula con poca vegetación.
El grupo Coyol Inferior Este grupo está representado tobas blancas, basaltos y aglomerados, andesitas brechosas de color gris verdoso, por alteración de sus componentes máficos y la clorita, otras andesitas son negras de pasta afanítica con bandas rojizas. Las áreas donde afloran los aglomerados generalmente están cubiertas por fragmentos varios de andesita y basalto y bloques árticos provenientes de aglomerados.


Hidrografía

Toda la red se distribuye en 1,334.44 Kms2 conformando un total de 37 microcuencas en 8 distritos. Toda la cuenca drena al Río Coco como formando parte de la misma la cual drena hacia la vertiente del Océano Atlántico.

De los 5 casos de río o quebrada como fuente de agua, 2 de ellos pertenecen a San Antonio; en esa comunidad representan el 22% de los casos. En el Censo de 1995, se reporta para la zona de Santa Cruz que el 14.5% de la población tienen como fuente de agua domiciliar los ríos o quebradas.

La Reserva Natural Cerro Tomabú se encuentra ubicada en la subcuenca del Ríos Estelí que descarga sus aguas en el río Coco y del río La Trinidad el que descarga sus aguas en el río Viejo

Clima

De cuerdo al comportamiento de las principales variables meteorológicas se puede deducir que el clima del departamento de Estelí y por ende en la Reserva Natural Tomabú se caracteriza por presentar valores bajos de precipitación y humedad relativa, temperaturas calidas y alto índice de evaporación, lo cual evidencia una falta de agua que es producida por lluvias irregulares y deficientes en la primera parte de la estación lluviosa y marcado déficit hídrico en los suelos en los meses de julio/agosto conocido como canícula.

La segunda parte de estación lluviosa es normal, en cuanto a distribución, pero con mayores valores bajos aunque sin ocasionar déficit hídrico en los suelos, no obstante que la mayoría son de topografía muy accidentada, superficiales y pedregosas.

La temperatura durante el año es variable oscilando de los 15 a los 33°C, la temperatura media anual es de 21.5 °C. Se presentan dos estaciones bien marcadas (invierno, verano) con una duración de seis meses cada una. Las mayores temperaturas se dan en marzo y las menores en diciembre. La humedad relativa promedio anual es de 70%, el grado de humedad aumenta hacia el noreste (Miraflor) y sur (Tomabú).

La alta evaporación promedio anual de 2,054 mm superior a la precipitación anual que se estima en 825 mm dificulta las actividades agrícolas en el municipio, siendo condicionante para la elevación de los rendimientos la necesidad de incrementar las áreas de riego.
Suelos

Los suelos en la Reserva Natural Tomabú son de origen y clasificados por la influencia del clima, relieve, roca madre, vegetación, organismos vivos y el tiempo. De acuerdo a estudios del Catastro y Recursos Naturales los ordenes de los suelos encontrados en son: Entisoles, Vertisoles, Inceptisoles, Molisosles, Alfisoles y Ultisoles.

Cabe destacar, que los suelos predominantes de la Reserva tienen una textura franco arcilloso a franco arenoso, con niveles de profundidad y fertilidad muy variados. En cuanto a su origen se agrupan en dos ordenes edáficas: a) Inceptisoles, son suelos originados en materiales volcánicos (basaltos, cenizas volcánicas, otros) y rocas básicas que formaron a partir de los depósitos coluvio - aluviales y b) Ultisoles: son suelos ácidos con bajo contenido de bases y materia orgánica.

Vegetación

La Reserva Natural Cerro Tomabú, presenta bosque de Coníferas, Bosque latifoliado y asociaciones de bosque de coníferas con Roble. Sin embargo, estos bosques se encuentran degradados a causa de la intervención humana. Factor que ha contribuido a la disminución del recurso bosque y ha propiciado una mayor expansión de zonas agrícolas de subsistencia, zonas de pastizales.

El bosque de coníferas y la asociación pino-roble presente en el área aún la estructura del bosque original presentando importancia biológica y económica a nivel local. El bosque de pino se encuentra en las mayores elevaciones de la reserva específicamente en el cerro Tomabú y cerro Picacho.

Por otra parte, la asociación existente de bosque de coníferas junto con el roble, representan una gran relevancia para el ecosistema ya que brindan protección y alimento a numerosas especies de aves migratorias, que se reabastecen de energía en estos ecosistemas en su ruta migratoria hacia el sur del continente americano.
Entre las áreas más intervenidas se encuentran las zonas más bajas y humanizadas del área, comprendiendo los núcleos poblacionales de El Naranjo, Subtiava, Llano Redondo, La Montaña y El Espinal. En estas zonas podemos encontrar especies florísticas representativas de un agro ecosistema y que sobresalen en las áreas agrícolas y de pastizales establecidas, así como en áreas de barbecho o de descanso.

Se encuentran aproximadamente 41 especies de flora: Cagalera (Ceitis iguanaea), chiquirín (Myrospermun frutescens), coralito (Erythinia sp), carao (Cassia grandis), espadillo (Yucca elephantipes), espino negro (Pisonea aculeata), guásimo de molenillo (Luehea candida), guásimo de ternero (Guazuma ulmifolia), guanábana (Annona muricata), jiñocuabo (Bursera simarouba), jocote dulce (Spondias purpurea), laurel negro (Cordia aliodora), madroño (Calycophylum Candidisimum), malinche (Delonix regia), mango (Mangifera indica), roble (Tabebuia rosea), sacuanjoche (Plumeria rubra), sauce de río(Salix humboldtiana), zopilocuabo (Piscidia grandiflora), carbón (Acacia pennatula) y madero negro (Gliricidia sepium). También se pudieron observar otras especies, algunas típicas del bosque seco como el Sardinillo (Tecoma stans), guásimo de ternero (Guazuma ulmifolia), guarumo (Cecropia peltata) y carbón (Acacia pennatula); y en grado mínimo algunas especies características del Bosque latifoliado como guanacaste (Enterolobium ciclocarpum), Laurel (Cordia alliodora) y cedro real (Cedrela odorata). Las partes más altas del área, caracterizada principalmente por las dos mayores elevaciones existentes en el sector: El cerro El Picacho y el cerro Tomabú propiamente dicho.

Aquí predomina un ecosistema de pinares mezclado en sus bordes con especies de Roble (Quercus segoviensis) y Roble encino (Quercus oleoides), conformando bloques de bosque mixto de coníferas y latifoliadas que brindan refugio a la fauna del lugar y le dan un gran atractivo paisajístico al área de estudio.

Estas áreas han estado bajo una intervención moderada del recurso forestal, siendo el factor topográfico el que permite la conservación de estas zonas donde existe bosque de coníferas y de bosque mixto, estos se encuentra principalmente en las partes de mayor altura de los dos cerros antes mencionados. Sin embargo, aunque los parches no son grandes extensiones observamos que existe conectividad entre ellos a través de fajas de bosque que conforman una isla en la cumbre de los cerros rodeada de muchos agro ecosistemas.

Hay que resaltar que el 90% de la propiedad es privada. Sólo el área que esta bajo la administración del Instituto Técnico Forestal, INTECFOR (Instituto Técnico Forestal) es el área de carácter Estatal .Esta área se encuentra bajo manejo forestal. Este hecho, ha sido un elemento importante que ha sido considerado como de gran incidencia para la conservación del área.

El bosque de pinar presenta dos grandes problemas que están provocando la reducción de las áreas bajo cobertura de esta especie; primero, la presencia del gorgojo descortezador, el que provoca grandes daños en los rodales de pino joven, en desarrollo y maduros. La presencia de ésta plaga muchas veces es utilizada para justificar la extracción del recurso pero por falta de control Institucional, en la mayoría de los casos, no solamente se extraen los árboles enfermos, sino que se aprovecha más de lo autorizado por las Instituciones correspondientes.

En resumen podemos afirmar que los bosques existente en la zona han sido diezmados, se estima que durante los últimos años en parte por la presión que se ejerce sobre la tierra para fines agrícolas y sobre todo ganaderos. Sin embargo, aún existen pequeños bosques de pino ocote (Pinus oocarpa Shiede) localizados en las partes más altas de las comunidades de la cuenca Tomabú, sobre todo en Las Cuevas. También existe pequeños bosques de latifoliadas, compuesto fundamentalmente por Roble-Encino (Quercus sp.), Guanacaste de oreja (Enterolobium ciclocarpum).

Fauna

En la Reserva las aves son el grupo de vertebrados más diverso, reportándose 50 especies, entre ellas 13 especies migratorias neotropicales. Siendo en el bosque de pino y el bosque mixto pino – roble, donde se encontró la mayor diversidad de especies. Los mamíferos estuvieron representados por 22 especies, siendo los murciélagos los más diversos con 8 especies. Fue notoria la escasez de anfibios y reptiles en el área de estudio en general. Salvo por la especie Sceloporus malachiticus, los hallazgos de reptiles y anfibios fueron muy esporádicos.

En cambio la fauna mastozoológica de la reserva presenta pocas especies propias del bosque original importantes en el equilibrio ecológica de la reserva (dispersión de semillas, controladores biológicos, etc.); es evidente la extinción de muchas especies tales como felinos, primates y otras especies de mamíferos mayores.

La cacería extensiva y la deforestación progresiva de los bosques (debido principalmente al avance de la frontera agrícola y ganadera) son las más serias amenazas para la mastofauna de la reserva; debido a los cada vez más pequeños parches de bosque inmersos en un “océano” de agroecosistemas y la poca conectividad existente entre ellos lo cual impide el intercambio genético entre las especies y disminuye las poblaciones haciéndolas cada vez más vulnerables a la extinción.

La perdida y fragmentación de hábitats es un problema clave para el mantenimiento de comunidades de vida silvestre ecológicamente diversas. La alteración ocasionada por el hombre en los ecosistemas naturales, ha ocasionado cambios en las composiciones de especies y densidades de las poblaciones de flora y fauna. Las medidas de diversidad ecológica constituyen herramientas importantes para evaluar o predecir impactos potenciales de las diferentes prácticas de alternativas de uso de la tierra en la estructura y función de las comunidades silvestres (Hair 1980).

Utilizando métodos de muestreo directos (capturas) e indirectos (registro de rastros y entrevistas informales) identificamos la presencia de especies de fauna en 3 tipos de coberturas arbóreas: bosque mixto pino-roble, bosque de pino y un hábitat abierto (tacotal). 

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